El tren compartido
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El tren compartido
El tren compartido
Nunca supe si de verdad me amaba. Era amable conmigo, pero, nunca supe si en su interior hubo alguna vez una pizca de pasión. Desde que se fue mi hermana, su mirada estaba vacía, y sus ojos nunca se cruzaban con los míos, ni con los de nadie. Era un cuerpo sin alma.
En el mismo momento me di cuenta de lo que sucedía, Estaba enamorado de ella. No quise preguntar, prefería imaginar que todo eso eran imaginaciones mías. No hasta el día después de navidades, me di cuenta. Mi hermana vino y él sonrió de verdad. Mirándola, con ojos de cordero. Con ojos de deseo.
Decidió quedarse por un largo tiempo, y, cada vez que la veía…me quería morir. ¿Por qué tenía que ser ella? Alguien a quien yo también amaba, a quien quería ver feliz. Dudas, llantos y odio. Mucho odio. Y no hacia mi hermana, ni mucho menos a él. Me odiaba a mi misma por existir. En esos momentos, lo único que quería era hundirme en un vacío de oscuridad. Sola. Sin nadie en quién pensar. Sin problemas.
Hasta que el día llegó. Mi hermana se iba otra vez, al día siguiente, volvería a ver un cuerpo vacío.
Esa noche no pude dormir. Me senté en la silla del balcón, y miré al cielo. Esa era, y es, la única oscuridad que tiene belleza alguna. Con ese color azul marino, que hunde todo el cielo; las estrellas brillantes, como si quisieran captar mi atención; y la luna, blanca y hermosa como la nieve. Siempre recordaré esa estrella fugaz, que me dio ánimos para los acontecimientos del día siguiente. Gracias a ella, pude dormir, pude tener las cosas claras.
Cuando llegamos a la estación, les dejé a solas un rato. En ese instante, me di cuenta: A ella también le gustaba.
Cuando volví, ella se estaba montando en el tren, y él, despidiéndose otra vez. Así que le di un empujón:
-Como le hagas algo a mi hermana té mataré. Toma.- dije mientras alargaba un billete de tren.
Me di la vuelta y continué:
-Vete ya, o perderás el tren.
-Gracias.
Oí sus pasos, se iba, pero sin presentirlo, me dio un abrazo un se fue.
Actualmente han pasado tres años desde aquellos hechos. Ayer recibí una invitación de boda. Me alegro que hayan podido ser felices.
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Bueno, espero vuestras opiniones con ansias ^^
Nunca supe si de verdad me amaba. Era amable conmigo, pero, nunca supe si en su interior hubo alguna vez una pizca de pasión. Desde que se fue mi hermana, su mirada estaba vacía, y sus ojos nunca se cruzaban con los míos, ni con los de nadie. Era un cuerpo sin alma.
En el mismo momento me di cuenta de lo que sucedía, Estaba enamorado de ella. No quise preguntar, prefería imaginar que todo eso eran imaginaciones mías. No hasta el día después de navidades, me di cuenta. Mi hermana vino y él sonrió de verdad. Mirándola, con ojos de cordero. Con ojos de deseo.
Decidió quedarse por un largo tiempo, y, cada vez que la veía…me quería morir. ¿Por qué tenía que ser ella? Alguien a quien yo también amaba, a quien quería ver feliz. Dudas, llantos y odio. Mucho odio. Y no hacia mi hermana, ni mucho menos a él. Me odiaba a mi misma por existir. En esos momentos, lo único que quería era hundirme en un vacío de oscuridad. Sola. Sin nadie en quién pensar. Sin problemas.
Hasta que el día llegó. Mi hermana se iba otra vez, al día siguiente, volvería a ver un cuerpo vacío.
Esa noche no pude dormir. Me senté en la silla del balcón, y miré al cielo. Esa era, y es, la única oscuridad que tiene belleza alguna. Con ese color azul marino, que hunde todo el cielo; las estrellas brillantes, como si quisieran captar mi atención; y la luna, blanca y hermosa como la nieve. Siempre recordaré esa estrella fugaz, que me dio ánimos para los acontecimientos del día siguiente. Gracias a ella, pude dormir, pude tener las cosas claras.
Cuando llegamos a la estación, les dejé a solas un rato. En ese instante, me di cuenta: A ella también le gustaba.
Cuando volví, ella se estaba montando en el tren, y él, despidiéndose otra vez. Así que le di un empujón:
-Como le hagas algo a mi hermana té mataré. Toma.- dije mientras alargaba un billete de tren.
Me di la vuelta y continué:
-Vete ya, o perderás el tren.
-Gracias.
Oí sus pasos, se iba, pero sin presentirlo, me dio un abrazo un se fue.
Actualmente han pasado tres años desde aquellos hechos. Ayer recibí una invitación de boda. Me alegro que hayan podido ser felices.
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Re: El tren compartido
El texto es bueno, pero quizas hubiera sido mejor profundizando,pero bueno esta bien y el final me gusta, es un tema interesante porque siempre puede pasra, quizas no compartir un amor con un hermano pero puede pasar con un amigo, y hay que aceptar que te dejen por tu amigo y desear que sean felizes.
Narbudis- Capodecime
- Cantidad de envíos : 236
Fecha de inscripción : 18/04/2009
Edad : 32
Localización : Impel Down
Re: El tren compartido
este tipos de tema me dan grima jeje pero la historia es perfecta, me encanta ^^
Nougami- Capodecime
- Cantidad de envíos : 203
Fecha de inscripción : 18/04/2009
Edad : 32
Localización : Mansion Shiroi Ryu
Re: El tren compartido
esta muy bien la historia gracias, pero al igual k nougami me da grima XD
Shao- Asociado
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Fecha de inscripción : 20/06/2009
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